Este blog es un experimento donde Havoc, LoveBuzz y Schaduwplek comentan textos ajenos. Para ver las normas que "siguen" visita la introducción del blog.

Texto 6: Primeras impresiones en R'lyeh

Extracto de "La llamada de Cthulhu" por H.P. Lovecraft.

Movidos por la curiosidad , siguieron el rumbo que llevaban, ahora bajo el mando de Johansen, hasta que al poco tiempo avistaron una gran columna de piedra que sobresalía del mar, y a la altura del punto 47º 9' de latitud sur y 126º 43' de longitud oeste llegaron frente a un litoral de cieno, fango y ciclópelos sillares cubiertos de hierbas que no podían ser otra cosa que la sustancia tangible del supremo terror de la tierra: la fantasmagórica y cadavérica ciudad de R'lyeh, erigida en la noche infinita anterior a los tiempos históricos por aquellas gigantescas y siniestras figuras procedentes de las estrellas sin luz. [...]

Supongo que, en realidad, lo que sobresalía de las aguas no era sino la cima de una montaña: la horrible ciudadela coronada por un monolito donde yacía enterrado el gran Cthulhu. Cuando pienso en cuánto debe seguir gestándose allí casi me dan ganas de poner fin a mi vida sin mayor dilación. Johansen y sus hombres se quedaron atónitos ante la majestad cósmica de aqulla rezumante Babilonia de ancianos demonios, y debieron intuir por su cuenta que aquel lugar no pertenecía a éste ni a ningún otro saludable planeta. Su estupefacción ante el increíble tamaño de los verdosos sillares de piedra, ante la vertiginosa altura del imponente monolito esculpido y ante la desconcertante identidad de las colosales estatuas y bajorrelieves con la misteriosa efigie encontrada en el relicario del Alert, se reflejaba nítidamente en cada línea de la escalofriante descripción del piloto noruego.

Sin saber lo más mínimo de futurismo, Johansen se aproximaba mucho a los seguidores de este movimiento al referirse a la ciudad, pues en lugar de describir estructuras o edificios de perfiles bien definidos, se limitó a ofrecer las impresiones que le sugirieron los amplios ángulos y superficies de piedra... superficies demasiado inmensas para que pudiesen pertenecer a nada normal o propio de la tierra, y abominables por sus horribles imágenes y jeroglíficos. Si menciono lo que Johansen dice sobre los ángulos es sobre todo porque me trae a la memoria algo que Wilcox dijo haber visto en sus espantosos sueños. Según el joven escultor la geometría del lugar soñado era anormal, antieuclideana y alucinante y sugería esferas y dimensiones distintas de las nuestras. Ahora un marinero, sin especial cultura, sentía idéntica impresión mientras contemplaba aquella abominable realidad.

Johansen y sus hombres desembarcaron en el empinado y enfangado litoral de aquella monstruosa acrópolis, y, gateando, lograron encaramarse sobre los imponentes bloques de cieno que ningún parecido guardaban con una escalera humana. Hasta el mismo sol daba impresión de estar deformado al contemplarlo a través del miasma polarizador que emanaba de aquella monstruosidad empapada por las aguas del ma, y una serpenteante amenaza e inquietud se cernía maléficamente sobre aquellos ángulos tremendamente escurridizos de roca esculpida, en que una segunda mirada dejaba ver una superficie cóncava allí donde antes habían creído ver una convexa.

Comentario de LoveBuzz al texto 5

Podéis encontrar el texto aquí.

Primero de todo, puedo abstenerme?
De paso voy a excusar mi retraso, y es que ya llevo un par de intentos... Y no de comentar, si no directamente de leer. Yo lo siento, pero no me siento preparado para sacarle jugo a este texto, y me la sopla si parezco algo cerrado de mente pero es que no consigo asimilar nada.
Así que con vuestro permiso, me abstengo.

Y si no puedo, que os den.

Comentario de Schaduwplek al texto 5

Podéis encontrar el texto aquí.


El prólogo famoso. Puede que sea un buen prólogo, puede que sea famoso; aunque yo no he entendido la mitad de lo que dice, será que no tengo ni puta idea de economía. En parte es por eso que comento con algo de retraso (pero no soy el último).
Todos los puntos de vista son válidos, y entiendo que Havoc haya querido colgar un texto de un tema que le guste; pero, personalmente, siempre intento que mis textos se puedan interpretar sin grandes conocimientos añadidos del tema. No siempre se podrán interpretar como quiere el autor (por algo es un extracto de un texto y no un libro entero), pero siempre se podrá sacar algo en claro. El tema es que leyendo este texto yo no puedo sacar nada en claro. Puede que me falten conocimientos profundos del tema del comunismo (deduzco que va de eso, al ser un prólogo a Marx), puede que simplemente me falten conocimientos de economía, puede que me enrede con tanta palabreja rimbombante y sonante (aunque ésto no suele darme problemas); pero el caso es que me ha costado cinco intentos acabarme el texto, y aún así no he entendido nada. Y me ha dado demasiada pereza mental intentar volver a leerlo.
Básicamente, ésto es lo único que puedo decir de este texto en particular, aislado del conocimiento que pueda yo tener del autor, del libro del que está extraído o del tema del que trata; ya que esa es mi idea de como hay que enfocar los textos en este blog.


Schaduwplek

Comentario de Havoc al texto 5

Texto 5

Dejando de lado el que yo esté o no de acuerdo con el texto, que de hecho, si lo estoy, para empezar tengo que mencionar que éste es un texto científico. Esto significa que parte de un estudio y su consiguiente verificación. Cada palabra que tiene que ver con la economía y la producción tiene un contenido, y por tanto un significado, que de no ser estudiados como toda ciencia cuyos términos nos han de ser familiares para llegar a comprender lo que dicen, no podremos comprender con plenitud lo que Marx expone. De todas formas, no adentrándome en un análisis muy profundo de sus palabras, voy a expresar lo que yo opino del texto:


Lo que Marx nos está diciendo, es que la base del clasicismo, o de la agrupación del hombre en estratos y clases sociales dentro de la sociedad o del modelo económico del que se forme parte, viene determinada, o es consecuencia, de cómo se producen los bienes materiales en la sociedad.

En el caso del capitalismo, existe una gran capacidad para producir bienes y servicios a la sociedad. Sin embargo, si éstos no sirven para hacer negocios y por tanto no interesan a la minoría en cuyo poder está la propiedad de los medios de producción (y la correspondiente toma de decisiones orientadas a sus intereses individuales), no se fabrican.

Esto es así y ocurre a todos los niveles. En la ciencia por ejemplo, una buena parte de la investigación médica se orienta a curar sólo las enfermedades de los ricos. Como el parquinson, por ejemplo, que ocurre por lo general a edades muy avanzadas. En cambio, enfermedades por las que mueren cientos de miles de personas en el tercer mundo no se investigan porque no interesa. Por tanto, las relaciones de producción son un obstáculo al progreso del bienestar general de la humanidad.

Otro ejemplo sería la enfermedad del cólera. Se cura con agua, sal, y azúcar, pero las grandes farmacéuticas venden medicamentos caros para hacer negocio, endeudando a los gobiernos pobres, y no adoptando la solución más razonable o eficiente para el conjunto de la gente.

De la misma forma, con las fuerzas productivas que existen hoy en día se podrían planificar y regular a nivel global miles de cosas, cosas que garantizarían un mayor bienestar global, o una mayor estabilidad económica, ecológica, etc. pero si no interesa no se hace. En sustitución a esta forma de pensar existe el pensamiento monopolista, orientado única y exclusivamente a obtener un beneficio, aun que eso pueda joder a mucha gente.

Siguiendo con las palabras de Marx, las relaciones de producción, marcan, en toda sociedad, los cimientos del aparato ideológico y político que se desarrolla a consecuencia de tales relaciones productivas. Si las relaciones de producción no fueran las que existen en el capitalismo, el aparato del Estado, la ideología, las normas, las leyes, etc, serían totalmente diferentes a las que conocemos.

Además, no puede existir una democracia económica, puesto que existe un antagonismo en el propio proceso productivo. Esto significa que mientras los obreros son los que fabrican en su mayor medida un producto, únicamente son dueños de su propia fuerza de trabajo. Y mientras tanto, el patrón los explota siendo él el dueño y señor de las fábricas, los productos y parte de la fuerza de trabajo de los obreros. Precisamente el robo del trabajo (plusvalía) de la mayoría por la minoría, es lo que caracteriza el sistema económico capitalista. Es causa y efecto del clasicismo.

Llegados a este punto, salir del capitalismo sólo tiene un camino. La revolución socialista. La conciencia de clase debe despertar entre los obreros, y poco a poco, ir aglomerando a más y más sectores de la sociedad hacia la destrucción de este antagonismo que tanto han vivido los obreros en su propia carne.

La consecución del Socialismo significa precisamente esto: Erradicar la explotación del hombre por el hombre y destruir las clases sociales, para dejar atrás la prehistoria del hombre, económica y políticamente hablando.

Texto 5: El prólogo famoso

Extracto del Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política, por Karl Marx.*

"El resultado general a que llegué, y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor a mis estudios, puede resumirse así: en la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad; estas relaciones de producción corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real, sobre la cual se eleva una superestructura jurídica y política y a la que corresponden formas sociales determinadas de conciencia. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política e intelectual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina la realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina su conciencia. Durante el curso de su desarrollo, las fuerzas productoras de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo cual no es más que su expresión jurídica, con las relaciones de propiedad en cuyo interior se habían movido hasta entonces. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas que eran, estas relaciones se convierten en trabas de estas fuerzas. Entonces se abre una éra de revolución social. El cambio que se ha producido en la base económica trastorna más o menos lenta o rápidamente toda la colosal superestructura. Al considerar tales trastornos importa siempre distinguir entre el trastorno material de las condiciones económicas de producción -que se debe comprobar fielmente con ayuda de las ciencias físicas y naturales- y las formas jurídicas, políticas religiosas, artísticas o filosóficas; en una palabra, las formas ideológicas, bajo las cuales los hombres adquieren conciencia de este conflicto y lo resuelven. Así como no se juzga a un individuo por la idea que él tenga de sí mismo, tampoco se puede juzgar tal época de trastorno por la conciencia de sí misma; es preciso, por el contrario, explicar esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto que existe entre las fuerzas productoras sociales y las relaciones de producción. Una sociedad no desaparece nunca antes de que sean desarrolladas todas las fuerzas productoras que pueda contener, y las relaciones de producción nuevas y superiores no se sustituyen jamás en ella antes de que las condiciones materiales de existencia de esas relaciones hayan sido incubadas en el seno mismo de la vieja sociedad. Por eso la humanidad no se porpone nunca más que los problemas que puede resolver, pues, mirando de más cerca, se verá siempre que el problema mismo no se presenta más que cuando las condiciones materiales para resolverlo existen o se encuentran en estado de existir. Esbozados a grandes rasgos, los modos de producción asiáticos, antiguos, feudales y burgueses modernos pueden ser designados como otras tantas épocas progresivas de la formación social económica. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso de producción social, no en el sentido de un antagonismo individual, sino en el de un antagonismo que nace de las condiciones sociales de existencia de los individuos; las fuerzas productoras que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa crean al mismo tiempo las condiciones materiales para resolver este antagonismo. Con esta formación social termina, pues, la prehistoria de la sociedad humana."

* Ha habido una modificación del texto por mi parte (Havoc). Esto es debido a que he reconsiderado la fuente (internet), por otra mucho más fiable y de mejor calidad. Así pues, el texto ha sido extraido concretamente de la edición física de 1976 de "Contribución a la crítica de la economía política" con la introducción REAL de 1857, que es precisamente la que se presenta en este texto. Lamento gravemente las molestias que haya podido ocasionar. El objetivo de este cambio es obtener una mayor comprensión de las palabras de Marx.

Comentario de Havoc al texto 4

Primero, voy con retraso. Segundo, creo que es normal en mi porque soy un empanado. Y estoy de vacaciones. Tercero, voy fumado sobre el teclado de Luas...

Y cuarto, tengo que linkear el texto 4

Nietzsche.

Su locura se evidencia mediante sus textos, pero, ¿que és la locura?

Todos estamos locos.

Partiendo de esta base, nos podemos adentrar para analizar los textos de un semejante.

Venimos del mundo sin ley. De la naturaleza. No existe la justicia, y no existe el concepto de paz. Seres vivos capaces de mentir, de creer, de verse impulsados por los más elementales principios, algo innato,.... Lo que hemos heredado es lo que somos. No es por criticar, pero Nietzsche nos desglosa por la mitad. En parte, sus profundos textos me llevan a conclusiones basadas en el nihilismo, pero también, en el despotismo y la verdad sobre la complejidad cerebral.

Culpa y sufrimiento.

Yo digo que estan ligadas. Y esto, choca con el orgullo del sufridor. Pero para el que recibe sus frutos, es una sensación de placer. Si si, placer. ¿Por qué no?

¿Nos hemos adentrado en nuestro autoconocimiento?, ¿sabes quien eres? La mente es fruto de la vida; la vida, de la naturaleza. La naturaleza...de la vida. Es evidente que la venganza es un concepto que parte de la justicia. Tu crees que existe una venganza cuando hablas del "merecer". Y el merecer existe en nuestra mente a través de la moral. ¿Porque digo moral y no ética? Porque la moral se impone sobre la ética en sociedades complejas. Nadie puede dirigir la ética, sólo puede manipular la moral. Y esta moral, aunque menos que en la ética, se basa en los principios naturales de existencia. Y curiosamente, estos principios son individualistas, basados en la superación existencial, pero también son colectivos, con el instinto gregario. Cada cual juega su papel en su nivel de la cadena evolutiva. O más bien, en la organización de las sociedades y sus principios.

Si estos papeles se ven confrontados, cosa que normalmente ocurre, ambos generan emociones y sentimientos que justifican sus puntos de vista. Esto es posible por nuestra condicion natural de razonar. Y es evidente poque todos razonamos a nuestra manera.

Vengo a decir que el problema de Nietzsche es que cada cual puede interpretarlo a su manera, independientemente de llegar o no a conclusiones.

Hay una parte en nuesta mente que disfruta con el sufrimiento ajeno. Esto es así y hay que asumirlo, de la misma manera que asumimos la alegría y la tristeza; o el amor y el odio.

Es algo que llevamos dentro. Tal vez se puede cambiar, tal vez no, quien sabe. Pero somos así, somos, como Nietzsche.

Comentario de LoveBuzz al texto 4

Podéis encontrar el texto 4 aquí.

Aquí el simpático Schaduwplek no podía darme una bienvenida mejor, no había encontrado ningún didáctico diálogo de Barrio Sésamo o algo por el estilo supongo.

Empieza el juicio, el fiscal del distrito (toma ya!) pone las cartas sobre la mesa. ¿Quién se atreve a contrariarle? Joder, yo no. No aceptaría defender a la humanidad por bien que me pagaran, hay otros "imposibles" que me resultarían más divertidos y productivos.

Vamos al grano, como ser humano es poco alentador leer esta clase de ataques a nuestra, ya de por sí, dudosa humanidad que supuestamente nos diferencia de la madre de la hiena. Podemos pensar: "Venga, pero hemos evolucionado", "No, yo no soy así"...Pero es sólo una forma de autoconvencerse. No me tengo que ir muy lejos para pensar en la última vez que "habría matado a alguien", o simplemente le habría retorcido los huevos, reventado la nariz, y un larguísimo etcétera (y muchas de estas me estaría dirigiendo a un coche... Putos bastardos que no saben conducir, les arrancaría los brazos para que no pudieran tocar un puto volante).
Sí, tngo una forma curiosa de haceros ver que quiero decir.
Reflexionemos. Yo si alguien me pregunta si disfruto haciéndole daño a alguien (daño de cualquier tipo), respondo sínceramente que no. Y repito, es síncero.
¿Realmente lo es? Hombre, es que uno ya no puede salir de la burbuja que se ha creado fácilmente, por eso nos cuesta aceptar las palabras de Nietzsche... Yo no soy así ¿no?

"¿en qué medida puede ser el sufrimiento una compensación de "deudas"?" ... Mierda, no sé contestar... Sin embargo desearía que alguien le pinchara un poco el escroto a quien me arrancó un retrovisor hace unas semanas (otra vez con el coche..). Y de saber que algo así ha ocurrido, sentiría un cosquilleo muy reconfortante. Joder, yo no soy así ¿no? Hoy me meteré en la cama llorando.

Que os den, Schaduwplek te daré de hostias en unos días... Y me sentiré genial.



LoveBuzz

Comentario de Schaduwplek al texto 4

Podéis encontrar el texto 4 aquí.



El placer del sufrimiento ajeno, esto es lo que plantea este texto del siempre magnífico y ofuscado Nietzsche. Puede parecer inmoral o cruel, o podemos creernos demasiado buenos para ello, pero pensémoslo bien y nos daremos cuenta de que está mucho más presente en nuestras vidas de lo que nosotros mismos podemos llegar a creer. Por poner un ejemplo, ¿por qué nos da tanta risa ver a alguien que se cae por la calle? No lo neguéis, a todos nos da risa; y “es divertido” no es una respuesta argumentada. Simplemente nos gusta ver a alguien sufrir, no tiene que ser un sufrimiento físico muy alto por que entonces nos sentimos mal, pero una ligera humillación pública, y eso es también una forma de sufrimiento, siempre es divertida. Desde los gladiadores romanos a los boxeadores modernos, que aunque en casos concretos se disfrute por la calidad de la técnica, en la mayoría de los casos es solo por que es una forma socialmente aceptable de ver a dos hombres sufriendo. Por poner casos más triviales, el Gran Prix o Humor Amarillo tuvieron éxito en su momento principalmente por la gracia de ver a gente sufriendo, y recuerdo caídas muy dolorosas, y por lo tanto muy divertidas.

El autor centra parte del texto en el castigo y la venganza. La gran pregunta es ¿por qué nos alivia el sufrimiento recibido el infringir un sufrimiento (proporcionado o desproporcionado, es a grosso modo la diferencia entre castigo y venganza) al que nos lo ha ocasionado? La respuesta es difícil, aunque sospecho que está muy relacionado con el párrafo anterior.

Y es que, como apunta Nietzsche, “ver sufrir produce bienestar; hacer sufrir, más bienestar todavía”. Hasta que punto es eso cierto, no lo puedo asegurar con certeza; pero lo que sí que está claro es que “sin crueldad no hay fiesta”, amigos.



Schaduwplek